¿Tienes un tatuaje que no te gusta y quieres hacer algo al respecto? Tienes dos opciones: quitártelo mediante láser o hacerte un nuevo tatuaje que cubra el anterior. La primera opción es bastante más cara y también mucho más dolorosa. La segunda cuesta lo mismo que cualquier otro tatuaje y seguramente ya hayas pensado en ello si tienes un tatuaje que ya no te gusta. Si optas por esta opción, aquí van unos tips que te pueden ayudar.
Las opciones de diseño pueden ser limitadas
Cubrir un tatuaje funciona igual que hacerte un tatuaje normal: buscas un diseño que te guste, hablas con el tatuador y pides cita. La diferencia viene a la hora de elegir el diseño, dependiendo del tatuaje que quieras cubrir hay imágenes que simplemente no funcionan. Es cuestión de encontrar que funciona mejor con el tatuaje que tienes y que además te guste. Al final es importante tener en cuenta que la idea inicial que tenías para cubrir tu anterior tatuaje puede no servir y tendrás que encontrar otro diseño.
Tamaño
El hecho de cubrir un tatuaje siempre significará que el nuevo va a ser más grande. Es importante pensar en ello, no vas a cubrir un gran retrato con un pequeño diseño tribal. De esta forma, tener un tatuaje grande también significará que tienes más libertad a la hora de elegir el nuevo tatuaje que cubrirá al anterior. Habla con el artista que te tatúe, puede ayudarte a determinar el tamaño y el estilo.
Cubrir colores
Los colores más usados para cubrir tatuajes son el azul, el marrón y el negro. Son los mejores para cubrir tinta vieja, colores como el rojo o el verde, amarillo o naranja no funcionan tan bien a la hora de cubrir tinta antigua especialmente si es muy oscura. Los colores brillantes se cubren mejor con otros colores brillantes y mientras más oscuro sea el nuevo tatuaje, mejor cubrirá el antiguo.
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